La aparición del Leader
Francisco Mugnolo
Convencional Nacional U.C.R
Los grandes dirigentes de los partidos no son elegidos, sino que surgen… Yo creo que será un mal día aquel en que tengamos que reunirnos solamente para elegir un jefe: “El jefe está ahí, y todos los reconoceremos cuando aparezca.”
Ernest Pretyman (*)
Cuando la Convención Nacional, el 17 de Noviembre de 1892, sanciona la Carta Orgánica de la U.C.R, primer documento de este tipo en nuestra evolución política, imitó la organización institucional plasmada en la CONSTITUCION NACIONAL y a su semejanza estructuró la institucionalización partidaria.
Por la misma se daba un gobierno descentralizado, elegido democráticamente a través de una serie de jerarquías que abarcaban desde el modesto Comité local, hasta la Convención Nacional constituida por los delegados de todos los distritos del país elegidos con el mismo sistema de representación utilizado para el Congreso Nacional y el Comité Nacional cuerpo ejecutivo permanente.
Esta fidelidad del Radicalismo a la Constitución no solo se expresó en su forma de organizarse, también constituyo un compromiso central de sus accionar político con el diseño global del modelo constitucional, cuando Irigoyen expresaba “El programa del Radicalismo es el cumplimiento de la Constitución”, y Raúl Alfonsín cien años después decía de la visión del Radicalismo frente a los problemas del país “Se trata de una Nación que se planta frente a esta crisis de época para afianzar la justicia, consolidar la paz interior, proveer a la defensa común, promover el bienestar general y asegurar los beneficios de la libertad para nosotros y nuestro hijos en las puertas ya de un nuevo siglo”.
Cuando la Convención Nacional, el 17 de Noviembre de 1892, sanciona la Carta Orgánica de la U.C.R, primer documento de este tipo en nuestra evolución política, imitó la organización institucional plasmada en la CONSTITUCION NACIONAL y a su semejanza estructuró la institucionalización partidaria.
Por la misma se daba un gobierno descentralizado, elegido democráticamente a través de una serie de jerarquías que abarcaban desde el modesto Comité local, hasta la Convención Nacional constituida por los delegados de todos los distritos del país elegidos con el mismo sistema de representación utilizado para el Congreso Nacional y el Comité Nacional cuerpo ejecutivo permanente.
Esta fidelidad del Radicalismo a la Constitución no solo se expresó en su forma de organizarse, también constituyo un compromiso central de sus accionar político con el diseño global del modelo constitucional, cuando Irigoyen expresaba “El programa del Radicalismo es el cumplimiento de la Constitución”, y Raúl Alfonsín cien años después decía de la visión del Radicalismo frente a los problemas del país “Se trata de una Nación que se planta frente a esta crisis de época para afianzar la justicia, consolidar la paz interior, proveer a la defensa común, promover el bienestar general y asegurar los beneficios de la libertad para nosotros y nuestro hijos en las puertas ya de un nuevo siglo”.
Sin embargo, esta fidelidad a la Constitución Nacional no le ha impedido al radicalismo, que ha sido el partido político Argentino que mas rápidamente comprendió “la importancia que tienen los diseños institucionales para consolidar y profundizar los procesos democráticos”, ser reformistas de la misma cuando advirtió la necesidad de ampliar los derechos de los ciudadanos y también de modificar el sistema presidencialista de gobierno, cuyos defectos afectaban la legitimidad del sistema político, limitaban la participación ciudadana, debilitaban el federalismo y dificultaban la gobernabilidad de la República, entre otras cosas.
Así, en 1994, la reforma constitucional, llevada a cabo con gran protagonismo de la UCR, avanzó en un proceso de creación de nuevas instituciones, por las que se descentraliza las funciones de poder, se establecen sistemas de participación directa, se flexibiliza el sistema presidencialista con mayor control del Parlamento, se reafirma la independencia del Poder Judicial y se amplían los derechos de los ciudadanos.
Más allá de toda consideración sobre el acabado final de la reforma, lo cierto es que en el país se ha plasmado una nueva institucionalización que profundiza el proceso democrático, que impone el ejercicio de nuevas practicas, conductas, modos de convivencia política, en definitiva una necesaria adaptación al nuevo diseño institucional.
La U.C.R en una actitud de coherencia debe acompañar esta reforma “hacia afuera”, para la ciudadanía toda, con una actitud similar “hacia adentro” de la estructura partidaria, practicas y modos de convivencia políticas que deberán ser el resultado necesario de la reformulación constitucional.
El Radicalismo no debe perder su fidelidad histórica con la Constitución Nacional y por lo tanto debe adecuar su organización, acompañando la nueva institucionalización.
Debe iniciar un proceso de creación de nuevas instituciones que imitando el modelo constitucional promueva también hacia su interior partidario, reiteramos, nuevas practicas, conductas, convivencia política, participación, consolidación de su federalismo, gobernabilidad y unidad de pensamiento y acción partidaria.
Si acompañar la nueva institucionalización preservando nuestra fidelidad a la CN, es una razón que nos obliga a revisar nuestra organización partidaria, no es esta la única por la que debemos abordarla.
Otras razones no menos importantes nos obligan a revisar el funcionamiento del partido, como son su falta de representatividad política actual, la enfermedad corporativa, la libanización partidaria, entre las que afectan negativamente nuestro eficaz funcionamiento. La modernización de la sociedad y la internacionalización de los partidos, entre las que impulsan la necesaria adecuación a las nuevas realidades, me parecen las más importantes
Los Radicales no estamos en el gobierno, pero seguimos teniendo el mandato centenario de construir una democracia verdadera, el Partido es el instrumento con el que organizamos nuestra acción, en su eficacia organizativa radica la optimización de nuestras energías puestas al servicio de la Nación.
Queremos conservar intacto el Partido de la intransigencia en los principios, de la causa contra el régimen, de la ética política, la austeridad republicana, la moral pública, la defensa de los derechos humanos, de la democracia con justicia social, por eso debemos reformar su organización.
“SOLO SE REFORMA LO QUE SE DESEA CONSERVAR,
Así, en 1994, la reforma constitucional, llevada a cabo con gran protagonismo de la UCR, avanzó en un proceso de creación de nuevas instituciones, por las que se descentraliza las funciones de poder, se establecen sistemas de participación directa, se flexibiliza el sistema presidencialista con mayor control del Parlamento, se reafirma la independencia del Poder Judicial y se amplían los derechos de los ciudadanos.
Más allá de toda consideración sobre el acabado final de la reforma, lo cierto es que en el país se ha plasmado una nueva institucionalización que profundiza el proceso democrático, que impone el ejercicio de nuevas practicas, conductas, modos de convivencia política, en definitiva una necesaria adaptación al nuevo diseño institucional.
La U.C.R en una actitud de coherencia debe acompañar esta reforma “hacia afuera”, para la ciudadanía toda, con una actitud similar “hacia adentro” de la estructura partidaria, practicas y modos de convivencia políticas que deberán ser el resultado necesario de la reformulación constitucional.
El Radicalismo no debe perder su fidelidad histórica con la Constitución Nacional y por lo tanto debe adecuar su organización, acompañando la nueva institucionalización.
Debe iniciar un proceso de creación de nuevas instituciones que imitando el modelo constitucional promueva también hacia su interior partidario, reiteramos, nuevas practicas, conductas, convivencia política, participación, consolidación de su federalismo, gobernabilidad y unidad de pensamiento y acción partidaria.
Si acompañar la nueva institucionalización preservando nuestra fidelidad a la CN, es una razón que nos obliga a revisar nuestra organización partidaria, no es esta la única por la que debemos abordarla.
Otras razones no menos importantes nos obligan a revisar el funcionamiento del partido, como son su falta de representatividad política actual, la enfermedad corporativa, la libanización partidaria, entre las que afectan negativamente nuestro eficaz funcionamiento. La modernización de la sociedad y la internacionalización de los partidos, entre las que impulsan la necesaria adecuación a las nuevas realidades, me parecen las más importantes
Los Radicales no estamos en el gobierno, pero seguimos teniendo el mandato centenario de construir una democracia verdadera, el Partido es el instrumento con el que organizamos nuestra acción, en su eficacia organizativa radica la optimización de nuestras energías puestas al servicio de la Nación.
Queremos conservar intacto el Partido de la intransigencia en los principios, de la causa contra el régimen, de la ética política, la austeridad republicana, la moral pública, la defensa de los derechos humanos, de la democracia con justicia social, por eso debemos reformar su organización.
“SOLO SE REFORMA LO QUE SE DESEA CONSERVAR,
SOLO SE CONSERVA LO QUE SE QUIERE”
Francisco Mugnolo
Convencional Nacional UCR
(*) Citado por Robert T. McKenzie en “ Partidos Políticos Británicos”, pag 45, Ed Taurus, 1960.
Francisco Mugnolo
Convencional Nacional UCR
(*) Citado por Robert T. McKenzie en “ Partidos Políticos Británicos”, pag 45, Ed Taurus, 1960.
entrada de "LA PRENSA RADICAL" @ 19:10
1 comentarios
1 comentarios:
Es muy dogmatico lo que propone y contradictorio. Si en algo no se caracteriza la conformación de los partidos politicos en gran bretaña es de ser dinámicos, democráticos y participativos, su sistema lo contituye un fuerte presidencialismo y eso hoy en día es contradictorio con las democracias modernas, vasta con ver como se modificó el campo comunicacional y con él las nuevas formas de participación. No reconocer esa realidad es quedar anclados en el pasado. Es mi deseo tratar de construir un partido moderno, dinámico y participativo, coincido con usted que esta discusión debe darse y no es aparte de los análisis coyunturales que debe hacerse, justamente es lo contrario, analisar la coyuntura, leer los procesos y encontrar las herramientas del cambio.
virginia
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