POR UN CAMBIO RADICAL !!!

Nueva integrante en "La prensa Radical", Florencia Tokar Navarro desde Córdoba nos deja su opinión sobre la situación actual de la U.C.R

“El radicalismo esta enfermo. Algunos opinan que su enfermedad es mortal, por que la opinión publica ya no tiene en cuenta ni lo considera una alternativa de cambio para mejorar la calidad institucional de la Argentina.
El perfil partidario es borroso, su dirigencia esta desprestigiada y carece de la capacidad convocante, sus militantes se dispersan y la mayor parte de su electorado histórico ya probo otros caminos. Los resultados de la última elección presidencial son manifiestamente demostrativos de ellos. Los que pretenden encontrar las claves de esta decadencia suelen utilizar la expresión: "perdida de identidad".
La identidad radical fue vertebrada desde la ejemplaridad y su acción política, estuvo dirigida a la articulación de ciertos valores, ideas y propuestas en la defensa de la libertad de las personas, la justicia y la igualdad social.

Para llegar a un conclusión acertada hay que tener en cuenta la situación actual de la sociedad Argentina, por que es en este escenario donde la UCR. Deberá desarrollar su acción y su predica y si todavía queda también alguna dirigencia lucida y limpia que sea capaz de encabezar la recuperación radical.
Hay que admitir en consecuencia que, además de la confiabilidad, la cuestión de la representatividad esta íntimamente ligada al sistema electoral, ya que en base a la experiencia es siempre susceptible de un mayor perfeccionamiento en su formulación, de suerte que exprese en términos cada vez más justos la voluntad de los electores. En este sentido, me atrevo a afirmar que si antes hubo que protagonizar la lucha por el sufragio, debamos hoy abrir el camino por la lucha a la selección. La posibilidad abierta de selección y elección constituye en este tiempo un nudo imposible de separar, si se aspira en serio a superar la crisis de representatividad. Cabe recordar que los legisladores de diversos partidos presentaron proyectos que intentaron mejorar la legislación vigente; pero lo cierto es que no hubo y no hay voluntad política de concretarlo.
“la justificación histórica del radicalismo actual fue la restauración democrática del 83. Nada sería peor por que, por las inconsecuencias de hoy, termine arriesgando aquella conquista”.
No obstante todo lo dicho, existen en el país, provincias y municipios que son gobernados por hombres de la UCR, personas decentes, aptas y confiables que llegaron a la situación bajo la sigla partidaria o en virtud de alianzas legitimas, pues sus componentes coisidieron en levantar la fe pública de los ciudadanos que terminaron reconciliados en la necesidad impostergable de mejorar la calidad institucional.
“la libertad política, la equidad social, la ética pública y la conciencia nacional, construyeron la plataforma de valores que alimentaron funcionalmente a la UCR”

En 1983, La UCR. Se trasformo en el vehiculo que produjo un hecho importantísimo: clausuro la etapa más negra de la historia Argentina y posibilito la vigencia plena de la Democracia. La gente volvió a creer en la política. La convocatoria que dirigió el radicalismo a todos los argentinos sin limitaciones ideológicas y sin sectarismo partidarios, logro superar la indeferencia colectiva que había caracterizado las décadas anteriores. En ese momento, el pueblo advirtió para que servia la política.

Hoy sin olvidar permanente asedio corporativo a que fue sometido el gobierno radical de entonces; lo cierto es que el radicalismo no supo o no pudo resolver algunas dificultades que lo fueron alejando de la confianza depositada. Los ideales fueron reemplazados por un pragmatismo descarnado, los militante fueron sustituidos por “operadores” al servicio de proyectos personales de dirigentes que priorizaron su propio interés en detrimento de las aspiraciones superadoras que el pueblo había votado en 1983. A partir de aquellos años, la gente comenzó a descree de la política.
¿ Que podemos hacer entonces frente al descrédito del hombre publico? ¿Acaso podemos afirmar que esta intacta la relación entre representados y representantes? ¿O correspondería ensayar defensas corporativas? Nada de eso, lo que corresponde es reivindicar la política como una vocación de servicio”.
Reivindicar la política significa una entrega moral, un sacrificio cotidiano y una actitud docente. Esto consiste en asumir los requerimientos de la gente sin acudir a decálogos de ilusiones ni promesas fáciles.
La política así entendida no tiene nada que ver con ella, por que la prostituye y la hace perder sus valores esenciales: el perfeccionamiento moral, la conducta que ejemplifica y el conocimiento de los problemas reales de la sociedad y sus soluciones posibles.
“en el corto plazo, el radicalismo deberá ocupar el espacio que la sociedad le ha concedido desde el punto de vista de su representatividad formal ya que desde un calculo estadístico, es el mayor partido de oposición. La cuestión consiste en que esa calidad numeral, se traduzca con lucidez, inteligencia y firmeza en una oposición real. Esto es control, propuesta alternativa y competitividad electoral ejercida de tal manera que el hombre común perciba su existencia y utilidad. El sistema necesita un partido de opocision bien instalado en lo institucional y el radicalismo requiere establecer aún presencia en el escenario político, demostrando que no esta inmovilizado por ningún tipo de “pactismo” oculto.
La función opositora importa determinar tres aspectos: el primero, ejercerla con responsabilidad y la convicción que asistimos a una degradación institucional que el actual oficialismo acentúa permanentemente. En segundo lugar , las propuestas deben enriqueserce por los latidos de la sociedad, es decir , atender sus reclamos que hoy no pasan por la burocracia de los partidos políticos, sino por diversas organizaciones sociales que hacen oír su voz en los mas variados temas que preocupan a la ciudadanía general. Finalmente, tener la convicción que al actual gobierno no lo interesa el dialogo para consensuar políticas de estado. Por otra parte, hay que tener presente que la omisión de ocupar efectivamente el espacio opositor, facilitara aun más el monopolio que terminara fabricando su propia oposición.
No se trata de abrir puestas al “arribismo”, ya que dada la situación de la UCR. Es poco probable un acercamiento especulativo. De lo que se trata es invitar a la política todos los que puedan agregarle calidad intelectual y moral. Lo que están, deben ponerse al servicio del camino de la renovación, romper con el “aparatismo” y entender que no es el momento de proyectos personales con vocación a la minoría, si no de aportar desinteresadamente la experiencia adquirida para que el partido entre un saludable aire fresco que borre las practicas paralizantes.
La estructura, auque vacía, esta. Los afiliados, auque pasivos o decepcionados, también están, solo hay que convocarlos con conductas claras y procedimientos trasparentes para que se sumen al esfuerzo reparador.
Hay que entender que la renovación partidaria no pasa por tirar todos los días un “viejo” por la ventana, por que muchos de ellos que pasaron por el gobierno nacional o provincial tras una larga militancia en los tiempos difíciles, tienen el alma intacta y por que también, hay jóvenes puros y otros con el alma destinada por el egoísmo.
En conclusión, durante los últimos años, han aparecido en la vida política los cultores de los hechos. Importa nada más que el “hecho”, no los valores o las ideas que lo sustentan. La militancia política creencia en la realización posible del ideal; creencia activa que se traduce en alegre entusiasmo y en esfuerzo creador como actores de todas las obras humanas a través de la historia.
Los promotores enfermizos de vacíos pragmatismos individualistas padecen del mal de no poder conocer lo que es posible en beneficio del conjunto de los argentinos. Desde su estrecho punto de vista, distinguen con presesión lo que es y lo que no es, pero ignoran o no les interesa lo que puede ser.
El mundo, sin embrago, siempre fue obra de los verdaderos entusiastas, de los hombres de ideas, de los que supieron unir la acción, la convicción y la conducta.
Es hora de que los radicales de Córdoba, con humildad pero con tesón y sin sectarismos ni exclusiones de ninguna naturaleza, aportemos al partido nuestro esfuerzo para su recuperación.

Igual que ayer “la consigna es bregar y en eso estamos”..." Con ideas para que nos comprendan y conducta para que nos crean".